El diseño de logotipos sonoros o audiologos (no confundir con los audiólogos), aunque siempre ha estado ahí, es cada vez más usado por la proliferación de medios audiovisuales y marketing digital. A diferencia de los logotipos visuales, que se basan en elementos gráficos, los logotipos sonoros se basan en el sonido para representar una marca o empresa. Este elemento de comunicación busca crear una identidad auditiva que sea reconocible para el público y que transmita los valores y la personalidad de la marca.
Las emociones como objetivo
Puede ser un simple acorde, unos golpes de percusión o toda una orquesta sonando al unísono…
El objetivo principal del diseño de un logotipo sonoro es crear una conexión emocional con el público. Un buen logotipo sonoro debe ser fácil de recordar y reconocer, además de ser capaz de transmitir el mensaje de la marca de manera efectiva. El sonido es un medio poderoso para transmitir emociones, lo que puede ser utilizado para crear un vínculo afectivo con el público.
El contexto es lo primero
Para diseñar un logotipo sonoro efectivo, es importante tener en cuenta en primer lugar es el contexto en el que se utilizará el logotipo sonoro. ¿Será utilizado en una publicidad de televisión, en la radio o en una página web? ¿Cuál es el público objetivo al que se dirige la marca? Estas preguntas son cruciales para determinar el estilo y la tonalidad del logotipo sonoro.
Una vez que se han identificado las necesidades y el contexto en el que se utilizará el logotipo sonoro, el siguiente paso es comenzar a trabajar en la creación de los elementos sonoros que lo compondrán.
Un logotipo sonoro puede estar formado por una o varias piezas sonoras, dependiendo de la complejidad de la marca y la identidad que se quiera crear.
Elementos clave
El primer componente que se suele diseñar es la melodía o riff que se utilizará como base del logotipo sonoro. Este elemento es crucial, ya que es la base sobre la que se construirá el resto del diseño. Es importante que la melodía sea simple y fácil de recordar, y que sea coherente con la personalidad y los valores de la marca.
Otro elemento esencial el ritmo. El ritmo puede ser utilizado para crear una sensación de urgencia, para transmitir un mensaje de tranquilidad, o para crear un ambiente de suspense, entre otros, siempre de forma coherente con la melodía y el espíritu de la marca.
La tonalidad y la textura también son elementos importantes en el diseño de un audiologo. La tonalidad se refiere a la altura o el tono de la melodía y puede ser utilizada para transmitir diferentes emociones. Por ejemplo, una melodía en tono mayor puede transmitir alegría y optimismo, mientras que una melodía en tono menor puede transmitir tristeza o melancolía. La textura o timbre, por otro lado, se refiere a los diferentes sonidos y efectos que se utilizan en el logotipo sonoro. La textura puede ser utilizada para crear un ambiente específico o para transmitir un mensaje de manera más efectiva. Otros factores importantes a tener en cuenta son la duración y la repetición.
¿De librería o a medida?
Existen numerosas librerías libres de derechos que por poco dinero ofrecen un amplio surtido de melodías y efectos para que podamos elegir el más apropiado para nuestros objetivos con una alta calidad musical y técnica. Sin embargo, si estamos buscando un elemento original y único que refleje la personalidad de la marca, no es aconsejable usar un sonido de stock, ya que corremos el riesgo muy probable de que el audio ya se esté usando incluso en empresas de la competencia.
Lo ideal es una composición original a medida, lo que supone una inversión mayor pero con la garantía de que será única y que reflejará con mayor precisión lo exigido por nuestra estrategia de comunicación. Merece la pena por los beneficios que esta inversión conlleva.
Por cierto, en Genieri Design también vemos con las orejas y ofrecemos este servicio a precios muy competitivos y con alta calidad, contando con opciones adaptables a todos los presupuestos. Aunque hablando de imagen de marca es mejor no escatimar… Cuéntanos.