La Proporción Áurea en el Diseño Gráfico
Como diseñadores gráficos, el equilibrio en la composición, la claridad, la organización… En definitiva: ordenar el caos es uno de nuestros principales objetivos si no el único.
Para ello usamos rejillas, módulos, espacios vacíos y reglas basadas en los hallazgos de artistas y arquitectos de todos los tiempos que a su vez -en gran medida- derivan de la observación de la Naturaleza y sus proporciones.

La llamada proporción áurea, número de oro, divina proporción, número phi (Φ,φ) etc., es uno de esos conceptos matemáticos omnipresentes en el mundo que nos rodea y que expresa una relación armoniosa entre magnitudes. En concreto, dos números a y b están en proporción áurea si se cumple la igualdad (a+b)/a=a/b, es decir que la longitud total, suma de los segmentos a y b, es al segmento mayor a, lo que este segmento a es al menor b.
Si trabajamos la ecuación, tendremos que la proporción entre a y b es el llamado número phi: 1.6180339887498948482… (Si quieres, aquí lo tienes con 10.000 cifras; son infinitas, claro). Esta sería la proporción entre a y b. Muy interesante la relación con la serie de Fibonacci, en la que cada número es suma de los dos anteriores y que conforme avanza, va estabilizando la razón entre términos consecutivos en la proporción áurea.
Presencia natural
Podemos encontrar estas proporciones en las hojas del tallo de muchas plantas, en cómo el ADN codifica el crecimiento de ciertas estructuras, en caparazones de moluscos, en las brócolis, los girasoles, las alcachofas y muchos más. Seguramente esta presencia en la Naturaleza es lo que ha condicionado a nuestro cerebro para que reconozcamos como armoniosa esta relación numérica.
Mucho arte
En el arte es fácil encontrar numerosos casos en los que la armonía se ha conseguido gracias al uso del número de oro. Podemos observarlo por ejemplo en la arquitectura griega o en obras de Leonardo Da Vinci como la Gioconda o el dibujo del Hombre Vitrubiano.
Diseño dorado
En el diseño gráfico también encontramos esta proporción cada vez que experimentamos esa sensación de equilibrio y armonía. Podemos usar esta relación entre bloques en la maqueta de una revista o una web, los elementos de un logotipo, los módulos de una aplicación móvil… Básicamente, en todas partes si queremos conseguir esa relación pacífica entre ellas.
Podemos ver ejemplos en los logos de Apple, Pepsi y –muy claramente– en el de National Geographic.