Existen literalmente cientos de gestores de contenidos (según cmsmatrix.org más de 1300), pero la batalla en la web se centra en los tres más usados: WordPress, Drupal y Joomla. Todos tiene sus pros y sus contras, pero hay algunas diferencias muy importantes. Para empezar, se estima que a mediados de 2020 alrededor del 62% de webs que usan un gestor de contenidos están basadas en WordPress, o sea unos 25 millones de sitios, frente al 4% de Joomla o el 2,6% de Drupal (datos de W3techs.com). Esto ya quiere decir algo. Webs como las de Xerox, Best Buy, CNN, Time, Mashable, The New Yorker o TechCrunch están basadas en WordPress.
Los tres gestores de contenidos son de código abierto, lo que significa que una gran comunidad de desarrolladores están dedicados a crear módulos que amplían las capacidades de las plataformas, pero en esto WordPress también saca ventaja: existen más de 50.000 plugins gratuitos para WordPress (además de los de pago), al que sigue Drupal con 44.000 y Joomla con unos 8.000. Estos plugins permiten por ejemplo crear tiendas online, foros, cursos online y todo lo que podamos imaginar. Y si no existe exactamente lo que buscamos es posible desarrollarlo. Es posible personalizar WordPress hasta donde necesitemos de forma asequible. Drupal es mucho más complejo y Joomla está a medio camino.
Otro aspecto en el que WordPress gana con ventaja a sus competidores es en la facilidad de instalación, uso y gestión de contenidos. No es necesaria ninguna habilidad especial para crear un sitio básico, hacerlo funcionar y crear contenidos con WordPress. Puede que Drupal o Joomla ganen en flexibilidad a la hora de crear sitios complejos, pero nada es imposible para WordPress con los módulos adecuados. El tiempo estimado de instalación de WordPress es de 5 minutos, mientras que los otros dos gestores de contenidos necesitan al menos el doble si todo va bien. WordPress nació en 2003 como plataforma para crear blogs pero desde entonces ha evolucionado y se puede hacer casi cualquier cosa con él, a la vez que ha conservado y mejorado la facilidad y “amigabilidad” con las que comenzó.

En cuanto a la integración del SEO, WordPress y los plugins desarrollados por terceros con este objeto superan con creces al resto. Es muy sencillo crear contenidos que cumplan con las buenas prácticas recomendadas para posicionamiento, así como analizar el uso de palabras clave, la semántica, los snippets de Google y demás. Los sitios desarrollados sobre WordPress son especialmente buenos a la hora de visualizarse en dispositivos móviles, lo que repercute positivamente también en el posicionamiento, además de permitir una mayor consistencia a la hora de presentar los contenidos y de imagen de marca, por supuesto.
Como contras (tiene que haberlos) WordPress, al ser la plataforma más usada y por tanto “golosa” para los hackers, es la que presenta más vulnerabilidades y problemas de seguridad que se suelen solucionar en las actualizaciones periódicas (de media una cada 40 días) pero que requieren de una atención especial. Los plugins de terceros suelen ser también potencialmente puertas de entrada para los atacantes. En este sentido es imprescindible contar con un servicio profesional que proporcione actualizaciones, copias de seguridad y medidas contra esos ataques. Otro problema que se suele presentar es la baja velocidad de carga de algunos sitios realizados con WordPress, por lo que también se hace necesaria la optimización a varios niveles: desde el servidor donde se aloja la web hasta el uso de la caché y el tamaño de las imágenes usadas.
En conclusión, WordPress es nuestra plataforma de elección. Salvando los contras anteriormente citados, compensa por su facilidad de uso, su curva de aprendizaje, la “responsividad”, y la gran cantidad de templates y plugins que tenemos para elegir y así ampliar las funcionalidad de nuestro sitio web, entre otras ventajas.